El pensamiento es una madeja
Demasiado compleja
Para nuestro hombrecito Cotidiano
Tan febril, tan sutil...
Y con tanto miedo
A no sobrevivir a su propio
rollo desaventurado
o a su misma espina craneal
que una sonrisa del bien
o una caricia del mal
son para el la misma moneda
sin caras.
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