mi dolor

De mil tenedores clavados,
mi dolor.
De pérdida, de aves muertas.
Quiero escapar,
de mil espinas oxidadas.
De avispa
mi dolor.
De huída, de escorpión,
de fierro fríos
y deseperación,
mi dolor.

percepcion de maqueta

está tan vacía
ésta realidad
tan evidente
la vidriera
hay un solo ruido
que se pueda oír
es un tambor
que adormece
hay solo un olor
el del óxido
hay un solo color
que es entre gris y violeta
sólo se puede palpar
aire pesado de plomo
y todo sabe a humo

perfíl

Cual arlequín mojado
me arrastro caminando,
en la parodia de vivir
con mi yo tan tonto.

Siempre el mismo
tortugo en pensar,
mi absurda coherencia
y mi ropa vieja.

Sin poder escuchar
en mi sordera existencial,
sin entender nada
sin voluntad.

Este ser que siempre fué,
celoso de los rumores,
de lo que no le toca,
igual quiere una parte.

Siempre el mismo gusano
cruel, loco y vergonzozo.
El mismo monstruo
que se olvida de todo.

Impresentable,
insensible,
insoportable.

decorador de interiores

En mi incertidumbre
hallo una ventana,
que da al interior
de mis ropas
y de mi piel,
de mi pensar
y de mis sueños,
de mis máscaras
y mis miedos.

A veces temo
mirar para adentro,
donde el vacío
me devuelve espejos,
que me rebotan
en la visión,
de que muero
siempre un poco,
o estoy ya muerto.

otra para las cúpulas

va bancando sus aventuras
con el dinero que, por cura,
le brinda la religión
y tiene el don de no saber
de quienes son
esos billetes y esa guita
que como el agua bendita
al pueblo
son a el su bendición.

tambien esta dios
que ahora tiene dueño
es esclavo negro
de nuestros cuentos
paso de mito a institucion
ahi se corporizó
y ahora es prisionero
de un mundo errático
un anuncio de cartón
redentor de los pecados
un trabajo adecuado
para un ser tan perro

entren

Estos trenes son serpientes venenosas,
víboras de acero que desde el cielo
son como grietas en un espejo.
FrÍos refugios de invierno.
Y quille que se va, con su aventura
y los ojos alerta.
Y este rey loco de las pastillas,
se queda mirando para afuera
donde guillermo se va.
Y uno acá, impresentable.

paranoia inducida

Aprisionados como estamos,
limitados a garrotazos,
no hay caparazón de sobra.
Es demasiado pretencioso
el plan de ver la realidad,
si como arbeja al tenedor
se nos escapan, la certeza
la verdad y la libertad.
Aprisionados como estamos,
propensos al desequilibrio,
buscamos un punto justo.
El foco infeccioso de la noche.