En mi incertidumbre
hallo una ventana,
que da al interior
de mis ropas
y de mi piel,
de mi pensar
y de mis sueños,
de mis máscaras
y mis miedos.
A veces temo
mirar para adentro,
donde el vacío
me devuelve espejos,
que me rebotan
en la visión,
de que muero
siempre un poco,
o estoy ya muerto.
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