Aprisionados como estamos,
limitados a garrotazos,
no hay caparazón de sobra.
Es demasiado pretencioso
el plan de ver la realidad,
si como arbeja al tenedor
se nos escapan, la certeza
la verdad y la libertad.
Aprisionados como estamos,
propensos al desequilibrio,
buscamos un punto justo.
El foco infeccioso de la noche.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario