Estos trenes son serpientes venenosas,
víboras de acero que desde el cielo
son como grietas en un espejo.
FrÍos refugios de invierno.
Y quille que se va, con su aventura
y los ojos alerta.
Y este rey loco de las pastillas,
se queda mirando para afuera
donde guillermo se va.
Y uno acá, impresentable.
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